La Xunta de Galicia apuesta por el fortalecimiento de la industria de cultivos marinos como eje estratégico para el desarrollo económico de la comunidad. Según el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, el Gobierno gallego destinará 18 millones de euros en 2025 a este sector, lo que supone un aumento del 65% respecto a los dos últimos ejercicios.
Este esfuerzo inversor subraya la relevancia de una actividad que en 2023 generó 232,7 millones de euros, la mayor facturación de los últimos 14 años. La acuicultura gallega, representada por más de 2.600 empresas y 5.600 trabajadores, produjo 190.400 toneladas el pasado año, destacando el protagonismo del mejillón, que representó el 93,5% del total. El valor de este bivalvo alcanzó cifras récord, superando los 120 millones de euros, con una cotización histórica cercana a los 0,7 €/kg.
En cuanto a los cultivos de peces, Villares destacó el crecimiento del rodaballo, cuya producción se situó en 9.600 toneladas, consolidando a Galicia como la única comunidad española que cultiva esta especie. El rodaballo gallego es exportado a mercados internacionales como Francia, Italia y Alemania.
Un sector sostenible y estratégico
“El sector da acuicultura é clave para a economía galega e, ademais, representa unha solución sostible para alimentar á poboación mundial sen esgotar os recursos mariños e terrestres”, afirmó Villares durante su visita a la planta de engorde de rodaballo en Xove, gestionada por el Grupo Nueva Pescanova.
El conselleiro subrayó la importancia de compatibilizar la acuicultura con el resto de los eslabones de la cadena mar-industria, así como de seguir impulsando la investigación. Destacó el papel del Centro de Investigacións Mariñas (CIMA), dependiente de la Xunta, en el desarrollo de tecnologías que permitan avanzar en la internacionalización del sector, siempre con un enfoque en la sostenibilidad ambiental y la adaptación a las tendencias de mercado.
Tecnología e innovación en la planta de Xove
La piscifactoría de Xove, perteneciente al Grupo Nueva Pescanova desde 2004, es un referente en innovación. Con una superficie de 63.000 metros cuadrados y 900 tanques de engorde, alcanza una capacidad de producción anual de 3.300 toneladas de rodaballo.
“Trátase dunha planta altamente tecnificada, que incorpora sistemas como alimentación automática, visión artificial para parametrizar o benestar dos peixes e tecnoloxía Big Data para mellorar os procesos produtivos”, explicó Villares.
El Grupo Nueva Pescanova, con presencia en cuatro continentes y más de 10.000 empleados, es una de las pocas empresas del sector que abarca toda la cadena de valor, desde el origen hasta la venta. Su apuesta por la sostenibilidad y la gestión eficiente de los recursos refuerza el papel de Galicia como líder en la acuicultura europea.
