Los premiados del XVIII Concurso Regional de Cuchillería indican que «Hay mucho trabajo para las nuevas generaciones en este sector»

Los artesanos premiados
photo_camera Los artesanos premiados
Juan Carlos y Miguel Vega expresan la importancia que tiene este premio a nivel personal y profesional, además de sus expectativas en el mundo de la artesanía

Taramundi es conocido por sus entramado turístico y, por supuesto, por sus espectaculares artesanos. Entre ellos, estos días destacan los nombres de Juan Carlos Quintana y Miguel Vega por haber sido premiados en el XVIII Concurso Regional de Cuchillería de APRECU celebrado en Albacete, donde Juan Carlos Quintana obtuvo el premio a la Mejor Navaja o Cuchillo Artesanal y Miguel Vega se hizo con el premio de Joven Cuchillero. Precisamente, el Ayuntamiento de Taramundi prepara para el viernes 20 de septiembre un acto para reconocer la labor de estos artesanos (y su reciente premio) en su localidad de origen. 

En el caso de Juan Carlos Quintana, lleva 28 años en el negocio de la cuchillería artesana y, para él, este galardón supone «una gran satisfacción después de tantos años trabajando de esto y también para reconocer al sector». Su iniciación comenzó tras acabar sus estudios de administrativo y, gracias a unos talleres que se ofrecían en Taramundi, continuó trabajando en el pequeño taller de su abuelo. «Siempre me gustó esto, pero tras realizar esta formación decidí continuar y, poco a poco, fui creciendo y ampliando el taller», relata el artesano. Actualmente, trabajan seis personas junto a Quintana y el artista asegura que «las cosas han cambiado mucho desde que yo empecé». El cuchillero cuenta que actualmente la artesanía no es tan arcaica como cuando él empezó en el negocio y que, ahora, existen muchas máquinas que facilitan el trabajo. «Las nuevas generaciones hacen falta en esta profesión. Gracias a los nuevos dispositivos de trabajo y la oportunidad de vivir en esta localidad, la experiencia resulta muy atractiva», detalla y además añade: «Esta es una profesión que tiene la dificultad de que te tienes que ocupar de muchas cosas al mismo tiempo, pero Taramundi es un lugar de renombre en la artesanía y eso es lo que hay que seguir revalorizando y tratar de que no se pierda», resalta. Bajo este contexto, para el maestro cuchillero,  premios como el otorgado a su compañero Miguel Vega, son muy importantes de resaltar, ya que son «el futuro de la profesión».

En cuanto a lo que le inspiró para su navaja ganadora del concurso expresa que «el brezo es ese árbol silencioso que ofrece mucho a la artesanía. Me inspiré en él por su calidad y añadí unos motivos de sus hojas en el filo para dar un reconocimiento especial a esta especie que, además fue muy relevante antiguamente para las fraguas», concreta.

Por su parte, Miguel Vega tiene 17 años y lleva desde los 13 años aprendiendo en el taller de su padre este oficio. «Este es el primer año que hacen la categoría de Joven Cuchillero y me ofrecieron presentarme. Lo intenté y el resto es historia», relata el joven artista. Para él este tipo de premios son, sobre todo importantes para el bien del sector. A pesar de que combina durante su tiempo libre y vacaciones la labor de artesano con sus estudios de Mantenimiento Industrial en Oviedo, en su opinión la cuchillería en Taramundi tiene mucho futuro. «Estos oficios precisan cada vez más personas, ya que mucha gente está por jubilarse y Taramundi está creciendo cada vez más», afirma.

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