Ribadeo cuenta desde el sábado 1 de marzo con una nueva tienda de moda para hombre. La inauguración de Galán, en la calle Reinante, atrajo a decenas de personas y para Fini, la propietaria, supuso la culminación de un sueño. «Trabajé para otra persona durante 32 años en Vegadeo y era una espinita que tenía clavada», explica. Ahora, regenta su propio establecimiento.
La pasión por el comercio de Fini está grabada en los genes. Según relata, «mi abuelo era herrero. Compraba el hierro en A Pontenova, adonde se desplazaba caminando desde Vegadeo, y, después, fabricaba picaportes, bisagras... La vena comerciante me viene de la rama de mi madre y ahora le estoy haciendo honor». Incluso una generación antes, en su bisabuela, ya estaba presente la dedicación al comercio: «Ella ponía un puesto de frutas y verduras los días de mercado y, cuando no había mercado, hacía empanadas con lo que tenía por casa y las vendía por los pueblos», recuerda.
Unos años más tarde, Fini toma el relevo de sus antepasados con Galán. Se trata de un establecimiento que pretende dar respuesta a «gente de mediana edad, pero que busca una línea joven. No voy a tener pantalón roto ni trajes, pero sí un estilo informal y casual, aunque también para vestir en ccomuniones u otro tipo de celebraciones de ese estilo». «Al final, la moda de cada uno depende de la mentalidad», afirma Fini.
De momento, las sensaciones son buenas después de la apertura de Galán. Según señala Fini, «la inauguración fue apoteósica. Nunca lo pensé, porque era el sábado de Carnaval, pero vino mucha gente y salí a las diez de la noche».
