Si ayer se producía la trágica muerte de un trabajador en un desguace de Barreiros, hoy hay que lamentar el fallecimiento de otro obrero mientras trabajada en el interior de un tanque de grandes dimensiones en las instalaciones de Ence Navia.
La biofábrica de Ence Navia, que iniciaba días atrás su parada técnica anual, prevé invertir más de 14 millones de euros para incorporar nuevas tecnologías y mejorar las existentes, con el objetivo de fortalecer la eficiencia y la sostenibilidad. En esta parada técnica participan más de 1.500 empleados y casi un centenar de empresas colaboradoras. El fallecido, al parecer, era un trabajador que pertenecía a una de esas empresas colaboradoras y, según la empresa, su muerte se debió a causas naturales.
El pasado 8 de abril, la empresa hacía hincapié en una nota de prensa en que «la seguridad y la salud de todas las personas relacionadas con la actividad de Ence representan una prioridad de primer nivel para la compañía» y se comprometía a «supervisar rigurosamente el cumplimiento de todas las medidas de seguridad en de la biofábrica» expresaba su pesar a través de un comunicado «lamentando profundamente» lo ocurrido y trasladaba «sus más sinceras condolencias a la familia» del trabajador fallecido en sus instalaciones, según parece por un desfallecimiento.
El responsable de Acción Sindical de CCOO de Asturias, Gerardo Argüelles, pedía esta tarde analizar las causas los dos decesos en el puesto de trabajo que se han producido este viernes en Asturias —donde otra persona falleció mientras trabajaba en la localidad de Sobrescobio —y destacaba la necesidad de poner medidas en la organización de los trabajos que pongan fin a los riesgos de infarto: «Dos trabajadores que fallecen de manera no traumática, apuntando a infartos o similares. Hay que analizar que estos problemas están siendo las principales causas de decesos en el trabajo. Es urgente evaluar los orígenes y riesgos que ocasionan días tan trágicos como el de hoy, en el que dos trabajadores mueren».
