Aquí Diario en la V Festa da Enfariñada de Trabada

enfariñada
La celebración ha ido consolidándose con los años y ganando cada vez más público. La organiza el Concello con la colaboración de la Deputación y participan vecinos, artesanos, productores y colectivos.

Trabada celebró ayer la fiesta gastronómica que en cada edición cuenta con más aceptación, la Enfariñada, que cumple su quinta edición este año. La enfariñada, también llamada faragullos en otros puntos del municipio y en concellos limítrofes, se elabora a base de huevos, leche, harina, agua y sal, y se entrega para su degustación en un cuenco —que fueron entregados nuevamente por la Asociación Saúde Mental A Mariña—. 

 

El evento comenzó a las 12 horas en la plaza Concello y además de la degustación de este producto, también contaron con las actuaciones musicales del Cuarteto Tradicional Xaramolos, Rebeldía  y Breo. Además, hubo un mercado de productos locales de proximidad.

Rubén García, alcalde del municipio indicó que "este ano vendéronse máis de 550 racións" y que esta fiesta gastronómica fue "un auténtico éxito, pese ás condicións meteorolóxicas. Non me quero imaxinar como sería esto se o tempo nos acompañase". "Considero que esta festa xa está consolidada e ano tras ano vai aumentando en participación. Queremos que a experiencia para os veciños que participan e os visitantes que acuden a Trabada a probar a Enfariñada sexa positiva" añade el regidor.

Su elaboración corrió a cargo de vecinas y vecinos, que se involucraron de una forma desinteresada para dar a conocer este plato típico de la zona. Una de estas voluntarias es María del Carmen Orea Rego, vecina de O Bargo, que colabora en en los fogones desde hace ya tres años y que se muestra «encantada de colaborar nesta festa». «Gústame porque tamén a fago na casa e xa a facía miña nai. Era unha comida de antes, pero creo que tamén de agora porque á xente que é de fóra gústalle moito tamén a enfariñada». Para ella, este plato «non ten secreto ningún, hai que facer ben a masa e depois ter coidado de que non se queimen ao fritila». Respecto al acompañamiento, cuenta que «na miña case sempre con torreznos, pero tamén me gustan con mel e, cando están quentes, botalos no leite frío»

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