La Guardia Civil investiga al supuesto autor de un delito contra la seguridad vial después de tener constancia en noviembre, a través de una publicación en una red social, de que circulaba a 220 km/h por un tramo limitado a 100 en la LU-11 (Nadela-Tolda de Castilla). Además, el conductor hizo uso de un teléfono móvil para grabar.
La localización del vídeo en la red social originó el inicio de una investigación para esclarecer el lugar, fecha, hora, matrícula e identidad del conductor. La grabación realizada desde el interior del vehículo aportó datos externos que permitieron conocer la ubicación del lugar en el que se cometió el delito, así como los datos del vehículo.
La identificación del conductor requirió un análisis exhaustivo de las redes sociales. Fue clave la premura en el rastreo para evitar el borrado de las redes. Finalmente, se localizó al supuesto autor de los hechos, al que se le acusa de un delito por velocidad excesiva (superior a 80 km/h sobre la velocidad máxima de la vía).
El Código Penal establece para este tipo de delitos prisión de tres a seis meses, o multa de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, la privación del derecho de conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período entre uno y cuatro años.