La Comisión de Asuntos Medioambientales de Asturias ha aprobado el proyecto de dragado periódico presentado por Astilleros Gondán para mantener los niveles de calado necesarios en la ría del Eo, asegurando así la salida al mar de los barcos construidos en el dique de Figueras, en Castropol.
Bajo el título "Proyecto de Dragado de Mantenimiento de Calados en el Canal de la Ría del Eo (años 2025-2029)", el expediente autoriza, con condiciones específicas, el dragado del canal de salida de la ría. Este proceso implica la remoción de sedimentos para garantizar una profundidad mínima de 4,5 metros durante todo el año, permitiendo así la navegación segura de las embarcaciones.
El proyecto contempla actuar sobre una superficie de 52.783 m² del canal de navegación, aunque el área específica dependerá de la acumulación de sedimentos en cada momento. Durante el primer año, se estima necesario dragar unos 12.341 m², con un volumen inicial proyectado de 54.995 m³ de material arenoso. Las labores de dragado se realizarán de forma periódica y adaptada a las necesidades, garantizando la operatividad continua del canal.
Impacto ambiental y medidas correctoras
Según la resolución de la CAMA, el impacto ambiental global del proyecto es considerado "compatible", siempre que se cumplan las medidas preventivas y el Plan de Vigilancia Ambiental incluidos en el Estudio de Impacto Ambiental. Además, se deberán implementar las condiciones impuestas por la Dirección General de la Costa y el Mar y por el Servicio de Gestión del Medio Natural.
Entre las medidas correctoras figuran: la disposición del material dragado para su uso prioritario en la regeneración de playas de la zona, la instalación de cortinas antiturbidez para minimizar la dispersión de sedimentos durante las operaciones, y la puesta en marcha de un programa de contingencia ante posibles vertidos accidentales de hidrocarburos.
Además, para proteger las actividades de dos empresas de cultivos marinos de bivalvos que operan en la zona, los dragados solo podrán realizarse durante la fase vaciante de las mareas, facilitando la dispersión de los sedimentos hacia el exterior de la ría. Asimismo, se evitará en lo posible el verano como época de dragado, dado que coincide con la fase más delicada del ciclo fisiológico de los moluscos.
