Ofrece estampas de finos y cuidados arenales, acantilados abruptos, montañas verdes con bosques autóctonos, ríos y cascadas, además de pueblos históricos que atesoran un valioso patrimonio cultural e histórico.
Se extiende desde el Cantábrico hacia unas montañas ricas en biodiversidad, componiendo un mosaico lleno de contrastes que invita a vivir experiencias únicas a quienes se aventuren a descubrir A Mariña lucense.
Cuenta con una sucesión de decenas de playas, entre ellas la emblemática playa de As Catedrais, junto con puntos destacados como el Faro de A Roncadoira o la Punta Socastro, conocida como O Fuciño do Porco, además de encantadores puertos pesqueros y deportivos. Su costa es un paraíso para los aficionados a la ornitología.
A Mariña se adentra hacia el interior con una naturaleza desbordante. Espacios protegidos como las Reservas de la Biosfera Eo-Oscos y Terras de Burón, o la Sierra do Xistral, albergan diversos ecosistemas donde ríos y montes invitan a explorar rutas de senderismo y cascadas espectaculares.
El patrimonio cultural de A Mariña también destaca por su riqueza y variedad. Sus centros históricos transportan al visitante a épocas pasadas, con calles estrechas, pazos y monumentos religiosos como los de Mondoñedo o Viveiro. La arquitectura indiana de Ribadeo, el monasterio de San Salvador de Lourenzá y los castros que conservan la huella de los ancestros, como el de Fazouro, forman parte de un legado histórico único. Los talleres artesanales y museos de diversa índole enriquecen aún más esta tierra, cuna de personajes ilustres que han dejado su impronta.
Además, A Mariña lucense presume de una gastronomía auténtica, basada en la calidad de sus productos y su tradición. Los frutos del mar, como el bonito de Burela, la merluza del pincho de Celeiro y los percebes, se combinan a la perfección con productos del interior, como las famosas fabas de Lourenzá. Todo ello sin olvidar los dulces tradicionales, como la tarta de Mondoñedo.
Finalmente, su calendario festivo, amplio y diverso, se extiende durante todo el año, con celebraciones que rinden homenaje a la historia, la gastronomía y la cultura local, muchas de ellas reconocidas a nivel nacional y declaradas de interés turístico.
Es mucho lo que ofrecen Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, A Pontenova, Ribadeo, Riotorto, Trabada, O Valadouro, O Vicedo, Viveiro y Xove. Lo mejor es aventurarse y dejar que, a través de ellos, contemos nuestra propia historia.
