¿Crees que para viajar a otro planeta necesitas una nave espacial? Descubre 9 destinos en la Tierra con paisajes tan sorprendentes que parecen sacados de otro mundo
¿Alguna vez has soñado con descubrir lugares que parezcan de otro mundo? Destinos que te dejen sin aliento y que sean tan mágicos como los que solemos ver en las películas de ciencia ficción. Pues bien, la Tierra está repleta de parajes asombrosos, tan extraordinarios que podría parecer que no pertenecen a nuestro planeta.
Si alguna vez has sentido el deseo de explorar más allá de los límites terrestres, te contamos que, en cierta manera, es posible sin necesidad de atravesar la atmósfera. Existen destinos tan inverosímiles que tus ojos no podrán creer lo que están viendo.
Desde valles que evocan la superficie marciana, salares que reflejan el cielo y cuevas dignas de una película de fantasía, hoy te mostramos nueve lugares que puedes visitar para sentir que emprendes un viaje espacial sin salir del planeta.
Valle de la Luna, Chile
Este mágico valle, declarado santuario de la naturaleza, recuerda a la superficie lunar por sus dunas moldeadas por el tiempo y las condiciones climáticas extremas. Sus paisajes están compuestos por formaciones rocosas, lagos secos y una paleta de colores que cambia según la posición del sol, ofreciendo un espectáculo visual inigualable.
Lago Baikal, Siberia, Rusia
Uno de los mayores atractivos de este lago es su hielo completamente transparente. La pureza de sus aguas permite ver hasta 40 metros de profundidad, creando una sensación hipnótica. La mejor época para visitarlo es entre enero y marzo, cuando su superficie congelada ofrece un paisaje surrealista. Eso sí, lleva ropa térmica: las temperaturas pueden ser extremas.
Wadi Rum, Jordania
Conocido como el "Valle de la Luna", este desierto es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus puentes de roca, dunas y cañones crean un escenario místico. Puedes recorrerlo en 4x4, pasear en camello, disfrutar de una cena beduina bajo las estrellas o incluso sobrevolarlo en globo aerostático para apreciar su grandiosidad.
Monte Roraima, Escudo Guayanés
Considerado una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta, el Monte Roraima parece una isla flotante en el cielo. Situado entre Venezuela, Brasil y Guyana, su cumbre plana y acantilados de más de 400 metros albergan especies únicas de flora y fauna, lo que lo convierte en un destino de ensueño para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Salar de Uyuni, Bolivia
La salina más grande del mundo se convierte en un espejo infinito tras las lluvias, creando la ilusión de un universo paralelo. Si deseas vivir esta experiencia, la mejor época para visitarlo es entre noviembre y abril. Además, puedes hospedarte en un hotel completamente construido con bloques de sal.
Cuevas de Waitomo, Nueva Zelanda
Estas cuevas ofrecen un espectáculo único: su techo iluminado por miles de glowworms (Arachnocampa luminosa), unas larvas bioluminiscentes que emiten una luz azul verdosa. Navegar en bote por su interior es como adentrarse en una galaxia de luces mágicas.
Gran Fuente Prismática, EE.UU.
Ubicada en el Parque Nacional Yellowstone, esta fuente termal deslumbra con sus colores vibrantes, que van del carmesí al esmeralda. Su paleta multicolor se debe a la combinación de minerales y microorganismos pigmentados. Cuando la luz del sol incide en su superficie, el efecto es simplemente impresionante.
Parque Nacional Zhangjiajie, China
Famoso por sus imponentes formaciones rocosas verticales, este parque inspiró los paisajes de la película Avatar. Para explorarlo a fondo, lo ideal es dedicar al menos cuatro días y contar con un guía local. La entrada ronda los 30 € en temporada alta y 20 € en temporada baja.
La Puerta del Infierno, Turkmenistán
Este cráter ardiente lleva más de 50 años emitiendo llamas de metano tras un fallido intento de exploración gasífera. Con 70 metros de diámetro, su resplandor es visible a kilómetros de distancia. Recientemente, se instaló una valla de seguridad para evitar que los visitantes se acerquen demasiado.
Estos destinos nos recuerdan que la Tierra aún guarda secretos sorprendentes. Lugares que parecen extraídos de otros mundos nos invitan a explorar lo desconocido. Viajar a estos rincones extraordinarios nos brinda la oportunidad de maravillarnos con la magia de nuestro propio planeta y entender que, a veces, lo más asombroso está más cerca de lo que imaginamos.
