Ribadeo celebra la llegada de El Asturiano, una de las marcas de helado más destacadas de Asturias, dirigida por el heladero Daniel Pérez, con varios reconocimientos a sus espaldas.
Desde 2011 existe un ranking en el que se pueden consultar cuáles son y dónde están las 150 mejores heladerías del planeta. Se trata del 'Gelato Festival World Ranking', la clasificación más completa de expertos en este producto. Daniel Pérez fue reconocido recientemente en esta clasificación, donde alcanzó el puesto 115 en el prestigioso ránking global con su marca artesanal El Asturiano.
El nuevo local en Ribadeo estará ubicado en la calle Rodríguez Murias, en el establecimiento anteriormente ocupado por el archiconocido Manín. Estos helados ya se pudieron saborear anteriormente en la villa mariñana, pues los locales Menta y Chocolate y La Galletería contaban con un amplio surtido de la marca. Se espera que abra sus puertas justo a tiempo para el Ribadeo Indiano, ofreciendo a residentes y visitantes la oportunidad de disfrutar de sabores únicos y de alta calidad en helados artesanales. Estará abierto tres meses, durante la temporada de verano.
El destacado productor de helados abastece a numerosas heladerías, donde se distingue por innovar constantemente con sabores únicos y formatos nuevos. Según él mismo afirma, "Lo difícil es hacer algo sencillo, en cuanto vas añadiendo florituras es más fácil que el helado esté bueno", y manifiesta su aprecio por los sabores clásicos como nata, vainilla y mantecado, valorando su simplicidad y calidad. Sin embargo, en su propia heladería podemos encontrar una amplia gama de sabores excepcionales como yogur con piña, cacahuete, requesón, turrón, pistacho, arroz con leche, entre otros, incluyendo opciones sin azúcar.
La historia de Daniel es notablemente peculiar. Inicialmente profesor y miembro destacado de la Banda de Música de Oviedo, donde llegó a ser fliscorno solista, en 2015 se vio obligado a combinar la enseñanza y la música con el trabajo de heladero en Luarca. Tras tres años de arduo trabajo, en 2018 tomó la decisión de renunciar a su puesto en el Colegio Rural Agrupado de Moañes para enfocarse exclusivamente en su pasión por la heladería.
En los últimos dos años, Daniel ha experimentado un notable crecimiento, expandiendo su negocio a varios puntos ganando numerosos clientes. Su próximo proyecto incluye establecerse en Ribadeo, continuando así su trayectoria de éxito y dedicación en el mundo de los helados artesanales.