La Xunta de Galicia, en colaboración con la Asociación Gallega de Profesionales de la Ilustración (AGPI), dedicará la edición de 2025 del Día de la Ilustración al reconocido artista mindoniense Xosé Vizoso. Este homenaje marcará un hito en la conmemoración, ya que es la primera vez que se honra a un creador en vida. El evento destacará su prolífica trayectoria como diseñador, ceramista, cartelista, muralista e ilustrador, un legado que lo ha vinculado estrechamente a la cultura gallega y sus tradiciones.
Xosé Vizoso nació en Mondoñedo en 1950 y es conocido por su obra profundamente ligada a la cultura rural de Galicia. A lo largo de su carrera, ha acumulado más de cuatro décadas como diseñador de la cerámica de Sargadelos junto con Isaac Díaz, y ha sido creador del cartel conmemorativo del Centenario del Celta de Vigo. Además, ganó el Premio Nacional de Escultura en 1968, una distinción que subraya la magnitud de su trabajo en el ámbito artístico. Su legado, que incluye cientos de carteles, cerámicas e ilustraciones, lo coloca como uno de los referentes más importantes en el panorama artístico gallego.
El Día de la Ilustración: un homenaje al arte y la creatividad gallega
La conmemoración del Día de la Ilustración forma parte del Calendario del Libro y de la Lectura desde 2014, siendo la fecha de referencia el 30 de enero, día del nacimiento de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Este día se ha consolidado como un tributo a los ilustradores y artistas gráficos gallegos, destacando su contribución a la cultura y el arte. El homenaje a Vizoso se une a la lista de otros grandes nombres que han sido homenajeados en ediciones anteriores, como Chichi Campos, María Antonia Dans, Lino González Trepado y Federico Ribas.
Xosé Vizoso es un artista que, a pesar de haber pasado más de 50 años fuera de su Mondoñedo natal, sigue llevando consigo las vivencias de su infancia y juventud. A través de su obra, recuerda el paisaje, las personas y las tradiciones que marcaron su vida, transformándolas en nuevos recuerdos para el espectador.
Su arte no solo representa una técnica depurada, sino también un vínculo profundo con las raíces gallegas y una reflexión constante sobre la evolución y el proceso creativo.