Tal y como había anunciado hace unos días, el BNG presentó hoy la renuncia a seguir formando parte del Gobierno de Foz. El bipartito tocó hoy a su fin después de semanas de tensiones en las que los nacionalistas, en palabras de sus propios miembros, se sintieron perjudicados por una «estratexia de illamento» por parte del PSOE. Ahora, los socialistas, con siete concelleiros, tendrán en la oposición al PP (6) y al BNG (4).
El detonante de la ruptura se produjo el 12 de diciembre, cuando el alcalde Fran Cajoto convocó una rueda de prensa en la que anunció la cesión de la gestión de la residencia de mayores al BNG. Ese movimiento, según expusieron los nacionalistas, fue acompañado por un «caramelo envelenado». Zoraida Cora, concelleira de Xuventude, Educación e Política Lingüistica recibió por decreto, sin aviso previo, una nueva competencia: la de la residencia de mayores.
En un principio, según recuerdan desde el BNG, «ela renunciou á nova competencia, pero comunicáronlle que non podía renunciar a unha soa, senón a todas as que tiña». Además, a los nacionalistas les molestó la actitud de Fran Cajoto: «Non podemos aceptar imposicións. No seu momento, non nos negamos a aceptar a competencia da residencia de maiores, senón que queriamos negociar as condicións».
Difícil vuelta atrás
Ahora, el BNG inicia un periplo en la oposición de Foz. Pero, ¿habría posibilidades de una vuelta atrás y de restablecer el pacto de Gobierno con el PSOE? Según explica el portavoz Francisco Xavier Fanego, «creo que non hai posibilidades, porque a decisión que se tomou apunta a que foi para forzarnos a irnos. Consideramos que hai que ser flexibles».