El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, considera que el Gobierno central «ni hizo su trabajo, ni negoció correctamente» el reparto de cuotas del Gran Sol. Tal es así que Villares tacha de «envenenada» la propuesta defendida por la Comisión Europea al ser la heredada del anterior equipo del Comisario Sinkevicius. Por este motivo, el conselleiro remarca que el Ejecutivo no logró cambios significativos con la negociación y que no acercó argumentos para corregir la distribución de los límites de capturas de este caladero.
De este modo, el responsable autonómico lamenta que lo único que se plasmara fuera la propuesta inicial y que no se tuvieran en cuenta las cuestiones que indica la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo (TXEU) relativas a que en el reparto hay que tener en cuenta los aspectos socioeconómicos de cada zona. Y es que el acuerdo conseguido con el Reino Unido supone grandes bajadas en la merluza que faena en las aguas del Atlántico Norte, lo que repercutirá en una pérdida de ingresos muy importante para la economía gallega, cifrada en cerca de 54 millones de euros.
Al mismo tiempo, especies como el jurel de la zona 9A (aguas portuguesas-este), el besugo o la cigala tampoco son ajenas a estas restricciones que incrementarán la pérdida de competitividad y de la economía de los barcos que se dedican a su captura. Para el máximo mandatario de Mar de la Xunta es positivo que se corrigieran incoherencias relativas al abadejo, al jurel del Cantábrico y a la anchoa, que venían siendo demandadas en los últimos tiempos por Galicia, como la separación de los stocks de la anchoa de la zona 9A y la posibilidad de pesca dirigida en el jurel del Cantábrico. Al mismo tiempo, Villares considera que existen casos de posible incidente negativo, como el besugo, y que estos efectos se irán viendo a medida que la aplicación de los recortes se haga efectiva.
Por todo ello, desde Galicia, el responsable de Mar adelanta que se seguirá trabajando y en permanente diálogo con el sector para defender sus intereses.
