Rocío Vázquez, adiestradora canina: «Siempre es más fácil educar bien que corregir problemas de comportamiento»
¿Cuándo comienza tu historia como educadora canina?
Aunque no siempre me dediqué a esto, sí tuve claro desde muy jovencita que quería que mi trabajo y mi vida estuviesen vinculados al mundo del perro ya que siempre fueron mi gran pasión. Con mi primer perro de aguas hice mis primeros pinitos en el mundo de la obediencia. Aunque nunca fui a ninguna prueba oficial sí que estaba adiestrado, y disfrutábamos juntos participando en exhibiciones y pruebas internas del club.
El primer curso de educadora canina lo hice en 2012, ya con la intención de montar mi propia escuela canina. Pero justo al terminar el curso mi marido se puso enfermo y no me quedó más remedio que aparcar el proyecto durante unos años. Cuando quise retomarlo de nuevo el Principado había sacado la Capacitación de Educador, la cual era imprescindible para trabajar de ello. Así que me puse manos a la obra y en el 2017 abrió sus puertas la Escuela Canina Cabo de Vila.
Hace poco, tu perrita Proa y tú os proclamasteis campeonas...
Si, el pasado 1 y 2 de junio se celebró en Sevilla la Nueva la II Copa en España de FCI-IBGH, y allí nos proclamamos campeonas de esta disciplina.
¿Cómo fueron tus inicios?
Como comentaba, siempre fui una gran amante de los animales, especialmente de los perros. Por eso decidí formarme para trabajar en este campo. Obtuve la Capacitación del Principado como Educadora Canina en EL Centro Canino Trisquel, donde conocí a Gutty y Ana. Ellos fueron los que me mostraron las distintas disciplinas deportivas y donde, de manera irreversible, me ‘enganché’ a la obediencia.
Todavía recuerdo el día que le pregunté a Gutty si podía formar parte del Grupo de Trabajo Trisquel -que entrena y compite en diversas disciplinas como OCI o IGP-. Desde mi desconocimiento de aquel entonces, Proa no era el prototipo de perro de trabajo. ¡Pero nada más lejos de la realidad! Cualquier perro y cualquier persona con ganas y capacidad de trabajo puede prepararse para ello, y tanto Gutty y Ana como el resto del club me acogieron con los brazos abiertos desde el primer momento.
Desde entonces no han dejado de apoyarme y ayudarme en cada paso que he dado, como educadora y como guía. Tras estos primeros pasos, lo que me motivó a seguir adelante y continuar por el camino de la competición deportiva, es el grandísimo vínculo que creas con tu perro y lo mucho que disfrutan trabajando.
Jamás se me había pasado por la cabeza que mi pequeña Proa -Schnauzer Mini-, fan de la vida tranquila y de estar conmigo tumbada al sol, podría disfrutar tanto de ello. Posteriormente adquirí una perra Pastor Belga Malinois -Asturbox N,Bruma- y una perra de Aguas -Terra de Canagua-, con las que también disfruto tanto dando un bonito paseo por la playa como haciendo obediencia. Todas ellas son parte de mi vida y de mi día a día, no sólo dentro de la práctica deportiva.
¿Tu disciplina favorita?
Mi disciplina favorita es, sin lugar a dudas, OCI -Obediencia Clase Internacional-. Es una disciplina muy exigente, que requiere ser muy perfeccionista y constante. A pesar de ello, o más bien precisamente por ello, llevo tantos años practicándola y me sigue apasionando tanto como el primer día.
¿Y tu mayor logro o victoria?
Con Proa empecé a competir en OCI en Marzo de 2019. En diciembre de ese mismo año participamos en la Joop de Reus -una prueba internacional de gran prestigio-. El primer día quedamos cuartas en Clase I y ¡el segundo día primeras! Cerramos la competición con un totalmente inesperado tercer puesto en la clasificación general. De ahí ya pasamos a competir en Clase II -un nivel más arriba-, y en mayo de 2020 obtuvimos el primer puesto en la Copa de España. En Abril del 2022 ya comenzamos a competir en el nivel más alto de obediencia, Clase III, donde de nuevo participamos en la Copa de España.
Ser educadora canina es un reto constante...
Quizás mi mayor desafío como educadora haya sido el caso de Dante, un cruce de border collie y cocker. Sus dueños estaban desesperados: era un perro con serios problemas de agresividad, que ya había mordido a sus dueños, a varias personas más de la familia, y que además tenía una muy mala relación con los nietos de los propietarios. Llegaron a mí, casi, como última opción, ¡la convivencia así era insostenible! Comencé a trabajar con él y con su dueña, la cual se involucró al 200% y se esforzó al máximo. En pocas semanas empezamos a apreciar pequeños cambios que, en unos meses, se convirtieron en cambios gigantes. Actualmente es un perro muy equilibrado que vive felizmente con su familia.
¿Es un sector con poca visibilidad?
Sí, definitivamente. Aunque, por suerte, cada vez se le da más. Los perros han pasado a ser un miembro más de la familia, viven con nosotros en nuestras casas, con nuestras familias; nos acompañan a todos lados y son una parte importante de nuestras vidas y de la sociedad. Así que, afortunadamente, cada vez se da más importancia a su educación, pero aún nos queda un largo camino por recorrer.
¿Qué consejos le darías a alguien que está interesado en comenzar en el adiestramiento canino a nivel competitivo?
El mejor consejo que le puedo dar es que pruebe. Casi todo el mundo empieza casi por casualidad, con perros que no son necesariamente lo que, generalmente, entendemos por perros de trabajo. Yo creo que es con ese primer perro con el que más se aprende; también es con el más errores se comete por la falta de experiencia. ¡Nadie nace aprendido! Hay que trabajar mucho, y disfrutar siempre. Así es como se va creciendo.
¿Cómo manejas las situaciones de estrés o presión durante las competiciones?
Pues, sinceramente, es lo que más me cuesta. De hecho creo que en el caso de la II Copa en España de IBGH de este pasado fin de semana nos salió tan bien porque tenía asumido que era un reto demasiado grande para nosotras: ¡el nivel estaba muy alto! Así que, sencillamente, no iba pensando en ganar y no me sometí a ninguna presión.
¿Cuáles son las conductas que deberían alarmar a los dueños de perros para acudir a un adiestrador?
Cualquier tipo de conducta que sientan que no puedan controlar. No tiene por que ser, por ejemplo, algo de carácter más grave como un problema de agresividad. El hecho de que tu perro no acuda a tu llamada ya es algo que te puede causar muchos disgustos, y que posiblemente impedirá a tu perro disfrutar de algo tan importante y tan bonito como sus paseos diarios.
Suponemos que la paciencia en el éxito del adiestramiento canino.
Por supuesto. Es muy importante tener paciencia a la hora tanto de educar a tu perro como de trabajar con él. Cualquier perro debería disfrutar aprendiendo, aún más si cabe cuando se trata de un cachorro. Aunque quiero dejar claro que ningún perro es nunca demasiado mayor para aprender, y que con el cariño y refuerzo adecuado a lo largo de toda su vida pueden disfrutar de ello.
¿Con qué momento te quedarías?
El momento en que consigues entenderlo y llegar a él. Muchas veces pasan semanas hasta que logras comprender el origen de un problema, bien sea de comportamiento o porque algo que estás entrenando no sale como esperabas. Ese instante en que se te enciende la bombilla, cambias algo en tu manera de abordar el problema, ves que la mirada del perro se ilumina como diciendo “¡Ah! ¿Era esto lo que querías?”, y las cosas empiezan a salir… Es muy especial.
¿Y el mayor malentendido sobre el adiestramiento canino que te gustaría aclarar?
Seguramente mucha gente piense que se trabaja con los perros por obligación y que no disfrutan. Mis perros se mueren de ganas de entrenar, les encanta. Tiene que ser divertido, premiando mucho con comida y juego (pelota, mordedor…), y siempre con mucho cariño. Lo más importante es la motivación y el hacer algo juntos.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir?
Me gustaría que la gente no se acordara del educador sólo cuando tiene, o empieza a tener, un problema con su perro. Deberíamos ser conscientes de que siempre es más fácil educar bien que corregir problemas de comportamiento, sobre todo cuando ya se han prolongado en el tiempo. Si se coge a un cachorro hay que preocuparse de educarlo desde el momento que llega a casa.
También es importante el asesoramiento antes de adquirir uno: no todos los tipos de perros se adaptan a todos tipos de familias o estilos de vida. Es importante encontrar un perro que encaje contigo y con tus rutinas. Es muy triste que tantos y tantos perros acaben con problemas o siendo abandonados por falta de información y de asesoramiento; es una irresponsabilidad.
Me gustaría volver a hacer hincapié en un mensaje muy importante: un perro es para toda la vida. Te dan tanto, y con tanto amor, que lo mínimo que debemos hacer por ellos es corresponderles con el mismo cariño y respeto. Su cuidado también es muy importante: desde la alimentación, la desparasitación y las vacunas, hasta el ejercicio físico y el estímulo mental. Son unos compañeros leales, son parte de nuestras familias. Tratémosles como tal.