Antonio Bouza, de Veiga Moda Hombre: «Mis padres me prestaron el dinero para comprar mi primera máquina de coser y unos trajes»

La Asociación de Comerciantes de Vegadeo reconoce, con su galardón al Comerciante Decano, su trayectoria profesional al frente de su negocio.

¿Cómo ha recibido la noticia? ¿Qué supone este reconocimiento para usted?


Pues, la verdad, recibí la noticia con mucha satisfacción y agradecimiento porque se hayan acordado de mi.


¿Cuántos años lleva en el oficio o estuvo al frente de su negocio?


Empecé con negocio propio cuando tenía 25 años pero, realmente, en el oficio comencé con 16, de aprendiz, en mi localidad natal de A Pontenova. Ahora tengo 86 años así que es fácil de calcular.


¿Cómo fueron aquellos inicios profesionales y, posteriormente, en la tienda de Vegadeo?


En aquella sastrería donde aprendí estuve 6 años y el primer sueldo que cobré fueron 500 pesetas. Mi jefe, del que siempre tendré el mejor de los recuerdos porque se portó muy bien conmigo y, tanto él como su mujer me enseñaron mucho, por aquel entonces, me comentó que iban a trasladar su tienda al bajo de una casa nueva que estaban construyendo cerca y me preguntó si me interesaría quedarme a mi en aquella. Le respondí que tenía que comentarlo con mis padres, que eran los que tendrían que prestarme el dinero para comprar una máquina de coser y unos trajes. Mis padres hablaron con él y así empezamos.

En aquella primera tienda estuvimos cuatro o cinco años hasta que nos trasladamos a otro bajo cercano. Y en aquel, pues hasta que nos vinimos a Vegadeo hace ya 32 años. Primero, nos hicimos cargo de lo que era la Sastrería Yanes. Le cambié un poco la
imagen a la tienda y la gente lo vio como algo positivo. Heredé parte de la clientela de él, que tenía bastante y fuimos, poco a poco, ganando algún nuevo cliente. Más tarde ya nos establecimos en el bajo actual.


¿Cómo recuerda aquel Vegadeo y la zona entonces?


Cuando vinimos para Vegadeo, la zona era una maravilla, con mucha gente. Tuve la suerte, al principio, de coger un local con parte de clientela y después ya fuimos poco a poco. Tengo un recuerdo estupendo de aquel Vegadeo, de la clientela y de todos los vecinos.


¿Y cómo ha cambiado? ¿Qué cambios se han producido y que destacaría principalmente desde aquellos inicios hasta la actualidad?


Todo cambió. La moda y la forma de vestir de la gente también ha cambiado bastante. En aquel tiempo había clientes para todos y no estaba el comercio saturado con las grandes cadenas que existen ahora. Pero, bueno, una tienda, normalmente especializada en determinadas marcas de calidad atendida profesionalmente y con orientación al cliente nunca fracasará, siempre tendrá su público y no le faltarán ventas porque la comunicación de la gente de tú a tú vale muchísimo.


A lo largo de todos estos años, habrá vivido miles de anécdotas y conocido a muchísimos clientes, ¿guarda algún recuerdo especial que le haga sonreír al volver la vista atrás?


Anécdotas, muchísimas. En una tienda entran personas de gustos y formas muy diversas de pensar. Yo nunca fui una persona que le llevase la contraria a los clientes. Trataba de asesorarlos, eso sí, claro porque es mi profesión. En una tienda de moda para hombre a veces es difícil porque los hombres, en general, para comprar ropa somos bastante más reacios y no le damos tanta importancia a combinar bien las prendas, por ejemplo. En algunos casos suelen ser sus mujeres o parejas las que mejor les pueden persuadir para encontrar el estilo adecuado e ir bien vestidos.


¿Cuál es o era, su rutina diaria al frente del negocio?


Me gusta mucho pasear y andar de un lado para el otro. No me gusta estar quieto. Ahora, que estoy jubilado, acompaño a mi hija a la tienda, leo la prensa, voy a tomar un café, salgo a pasear… Cuando tenía la tienda y estaba en activo, empezaba a las 9:30 o 10:00 de la mañana hasta las 13:30h. Luego hasta las 20:00h por la tarde. Por aquel entonces, si había que estar las 21:00h, pues había que estar y trabajar.


En estos tiempos, en pleno auge de las compras por internet, del rápido cambio de los hábitos de compra de los consumidores y de muchos otros factores económicos y sociales que afectan a Vegadeo y a la comarca en general, ¿cree que el comercio y los servicios locales todavía tiene mucho que ofrecer a sus clientes? ¿A qué retos se enfrenta?


Yo les recomiendo a las pequeñas tiendas que se especialicen en lo que ven que tienen venta. Esa tienda, como comenté, nunca fracasará. Venderá más o venderá menos, pero nunca se acabará. Lo que es importante es que al frente de las tiendas existan comerciantes profesionalizados, que sepan asesorar a los clientes, encauzarlos en lo que estén buscando.


Después de toda su trayectoria profesional, ¿Se siente orgulloso? Si pudiera resumir toda esta lección de vida profesional en solamente un mensaje o consejo. ¿Cuál sería?


Me siento muy orgulloso. Y más aún de que dos de mis hijos hayan recogido mi testigo y sigan al frente de sus respectivos negocios. No solo les transmito todos mis conocimientos sino, también, que sean legales, que traten a la gente lo mejor posible, que la sepan escuchar y, si hay que trabajar duro, pues hay que trabajar duro. No hay más, así de simple.


Y, por último, el acto de homenaje y entrega del galardón al Comerciante Decano, se entregará el viernes, 7 de junio, a las 20:30h. en la 59ª Feria de Muestras de Vegadeo. ¿Qué espera encontrarse? ¿Cómo se sentirá?


Supongo que me encontraré un poco nervioso. Soy una persona un poco tímida pero estaré rodeado de gente que me quiere. Igual me emociono pero, bueno, será un momento especial.