Sober, una joya de la naturaleza en A Ribeira Sacra
La red de miradores fue la primera de la provincia de Lugo en obtener el sello de calidad ICTE
El Instituto para la Calidad Turística de España (ICTE) concedió la Q de calidad a la red de miradores de Sober en 2020. La distinción fue renovada en 2024, hecho que confirmó que el Concello de A Ribeira Sacra es, además de una joya de la naturaleza, un referente tanto paisajístico como de turismo.
La red de miradores de Sober comenzó a construirse en la década de los ochenta. Cuenta con un total de diez puntos de observación: Pena do Castelo y Souto Chao, en Doade; Os Chelos, en Amandi; Cadeiras, en Pinol; Santiorxo; Boqueiriño y Cividade, en Bolmente; Os Chancís, en San Martiño de Anllo; y Xabrega y Pena do Conde, en Anllo Santo Estevo. Ocho de ellos están ubicados en el Cañón do Sil, otro en el río Cabe y otro en la ruta de los molinos de Xabrega.
La red de miradores de Sober fue la primera en obtener la Q de calidad, en la categoría de espacio público singular, en la provincia de Lugo. En 2024, añadió a este reconocimiento la S de sostenibilidad, que la consolidó como un referente en turismo responsable y sostenible. Entonces, el alcalde Luis Fernández Guitián anticipó que «nos vindeiros anos, seguirase na procura da mellora das infraestruturas, a eficiencia enerxética e a promoción dun turismo inclusivo, asegurando un impacto positivo e duradeiro na rexión».
Los miradores de Sober ofrecen estampas únicas en belleza, en las que se mezclan asombrosos paisajes fluviales con estructuras arquitectónicas y, por supuesto, con referencias orográficas o culturales de la zona.
El último en construirse fue el Miradoiro Pena do Conde. Ubicado en el río Cabe, próximo a A Barca de Santo Estevo, ofrece vistas de gran belleza. Desde él se pueden descubrir lugares como el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil o la propia estación de ferrocarril de Santo Estevo, en el límite entre las provincias de Lugo y Ourense.
Por ejemplo, el Miradoiro de A Cividade, en la parroquia de Bolmente, está construido a 500 metros sobre el nivel del río. Además, cuenta con una pasarela metálica que se introduce ligeramente en el cañón. Y, en épocas de lluvia, se puede disfrutar con la contemplación de las cascadas que se forman y alimentan el Sil a su caída.
Desde el Miradoiro dos Chancís se puede observar el embalse de Santo Estevo y la vista alcanza hasta el Concello de Nogueira de Ramuín, en Ourense. Mientras que el de Xábrega, a más de 300 metros de altura, fue instalado en un lugar en el que aún perduran los restos de un asentamiento Castrexo.
La red de miradores cuenta con todo tipo de alicientes, como la posibilidad de contemplar el entorno a vista de pájaro. También se presentan algunos matices relacionados con la religión. Por ejemplo, el Miradoiro Pena do Castelo se encuentra al lado de una capilla en honor a San Amaro.
Una joya para el turismo y para la vista, la red de miradores de Sober brinda la posibilidad de deleitarse con la naturaleza y de conocer lugares de inimitable belleza.