Bed Rotting: La tendencia de desacelerar la vida y priorizar el autocuidado

El "Bed Rotting" es la nueva tendencia para desconectar del estrés diario. Descubre cómo esta práctica de autocuidado puede ayudarte a recuperar energías y disfrutar de un descanso sin culpa

En un mundo de constante afán, donde nuestro “valor” se mide por cuán productivos somos cada día, surge una tendencia que busca revolucionar esta dinámica e instar a las personas a reducir su ritmo. Esta tendencia nos invita a aprender (o desaprender) que la vida no es una carrera continua, sino una experiencia que cada uno disfruta de manera diferente y a su propio ritmo.

Las redes sociales, las celebridades, los comerciales en televisión, los libros y casi todo el contenido que consumimos nos obligan a “ser perfectos”: levantarnos a las 5 de la mañana, comer sano, hacer ejercicio, tomar agua, trabajar, emprender... básicamente, estar en constante movimiento. Pero, ¿cuándo realmente nos damos el tiempo de disfrutar de un espacio para nosotros mismos? ¿O de hacer una pausa?

Hay varias razones por las que, cuando estamos resfriados o agotados, se recomienda el reposo. Las más importantes son la reparación del sistema inmunológico y la desinflamación provocada por el estrés. No solo los músculos permanecen en movimiento, sino que todos los órganos trabajan, y en ciertos momentos, tu cerebro no descansa, ya que está constantemente en un estado activo de “debo hacer más”.

Es por esto que, hace poco, una tendencia se viralizó en redes sociales y ha sido especialmente acogida por la generación Z: el "Bed Rotting". Traducido al español como "pudrirse en la cama", es una práctica que, aunque nueva en redes, no es desconocida. Todos, en algún momento, hemos sentido la necesidad de desconectarnos de todo y no hacer nada, aunque a veces esto nos lleve a sentir culpa por no estar practicando la “cultura del esfuerzo”.

Pero, ¿qué es realmente el Bed Rotting? Es simplemente dedicar un día a nosotros mismos. Una práctica individualista que nos invita a hacer actividades que nos gusten y que no requieran mucho esfuerzo físico, como leer, ver películas, hacer un maratón de una serie (aunque sea repetida) o comprar por internet. Básicamente, se trata de relajarse todo un día en la habitación, sin las presiones del día a día.

 

 

Las nuevas generaciones están priorizando tomarse la vida con calma. No es que carezcan de metas u objetivos claros, sino que entienden que la vida no es una carrera contra el tiempo ni tiene adversarios. Prefieren enfocarse en los momentos de autocuidado.

Aunque algunos expertos cuestionan esta práctica, argumentando que pasar todo el día en cama puede traer consecuencias graves para la salud física, como mala postura, rigidez muscular o complicaciones cardiovasculares, es importante considerar: si solo lo hacemos de vez en cuando, ¿realmente causaremos estos problemas en nuestro cuerpo?

Debemos ser conscientes de que todo hábito llevado al exceso puede tornarse nocivo para la salud, desde las dietas muy estrictas hasta dormir muy poco por la noche, e incluso el Bed Rotting.

Por otro lado, es esencial reflexionar sobre si estamos empleando esta práctica como un verdadero descanso, como una señal de nuestro cuerpo, o si hay algo más detrás del deseo de pasar el día (o varios) en cama.

Algunos estudios afirman que el exceso de esta práctica puede ser un síntoma de desbalances psicológicos, como depresión, soledad o ansiedad. Por eso, es fundamental detenernos un momento para analizar las razones por las cuales la estamos adoptando y con qué frecuencia lo estamos haciendo.

Ten en cuenta que existen muchas maneras de practicar el autocuidado. Así como hay personas que prefieren conectar con la naturaleza, hacer ejercicio al aire libre, practicar algún deporte o incluso bailar, hay otras que prefieren un día en el que no les preocupe absolutamente nada más que saber qué pasará en el siguiente episodio de su serie favorita. Ninguna de estas opciones debe ser juzgada ni señalada, ya que cada persona es un universo único que sabe qué es lo que la hace feliz.

Por último, como mencionamos antes, la evaluación de si un hábito es bueno o no depende de cuánto afecta tu vida, tu salud y el control que tienes sobre él. Todo puede ser bienvenido en tu vida, siempre y cuando tengas el control de saber hasta qué punto puedes hacerlo. Y tú, ¿te animas a hacer Bed Rotting?