ESPECIAL FESTAS PATRONAIS

Sonia Castedo: «El de las fiestas de Ribadeo fue el pregón más difícil de escribir»

Sonia Castedo ensalza la evolución que ha vivido Ribadeo durante los últimos años
Sonia Castedo se mudó a Alicante cuando tenía quince años, pero recuerda con felicidad su vida en Ribadeo, donde nació y fue reina de las fiestas en 1987.

Nacida en Ribadeo, Sonia Castedo se mudó cuando tenía 15 años. Este verano regresó a las fiestas, como suele suceder de manera habitual. Pero lo hizo con la invitación para pronunciar un pregón de las fiestas patronales en el que rememoró los buenos tiempos que vivió en la villa durante su infancia.

–¿Cómo encajó la invitación para ser pregonera de las fiestas de Ribadeo?
–No lo dudé ni un minuto, me hizo muchísima ilusión. He dado muchos pregones, pero este es insuperable. El hecho de que la gente lo proponga cuando ya no estoy allí, que te elijan tus vecinos… El de las fiestas de Ribadeo fue el pregón más difícil de escribir porque no significaba profundizar en las raíces de un lugar o de una celebración, sino hablar de mi vida aquí.

–¿Qué recuerdos tiene de su vida en Ribadeo?
–Me marché con quince años. Aquí fui al colegio y estudié Primero de BUP. Y, de aquella etapa, guardo los mejores recuerdos. Al final, mi vida se desarrollaba aquí y era una época de mucha felicidad, en la que no había preocupaciones ni problemas, en la que disfrutaba de todo.

–¿Y de las fiestas?
–Las viví durante muchos años y, después de mudarme, volví a ellas. Fui la reina de las fiestas en 1987. Fue una experiencia divertidísima. Sentí mucho orgullo de ir al Emma Cuervo y realizar el saque de honor, de sentirme observada. Los recuerdos son maravillosos: las verbenas, las atracciones… Estas últimas las montaban en el parque que no tiene columpios. Allí estaban los tiovivos, las tómbolas, las barcas… Mi grupo de amigos era de vivir en la calle y disfrutábamos de todo en la calle.

–¿Aún conserva a aquellos amigos?
–Tengo algunos que mejor que no cuenten anécdotas…

–¿Considera Ribadeo una tierra de emigrantes?
–En absoluto. Ribadeo ha sabido convertirse en el eje central de A Mariña. Es un concello de servicios y turístico que ha sabido aprovechar precisamente eso: que España es un país turístico. Cuando se quiere atraer al turismo, es necesario vender un elemento diferenciador. Y Ribadeo ha sabido convertir a As Catedrais no en un elemento diferenciador, sino en el elemento diferenciador, en una de las playas más importantes de España en cuanto a visitas. No creo que la gente se vaya, muchos han sabido quedarse. Por ejemplo, en mi caso, cuando me asomaba a la ventana de la casa de mis padres o salía por la puerta de la de mis abuelos, sólo veía campo. Ahora Ribadeo ha sabido crecer muy bien y ha mantenido su esencia.

–¿Echa de menos la política?
–Lo único que echo de menos es mi pueblo. Ahora me dedico al sector privado. La política fue una etapa que no echo de menos, pero es cierto que no se puede decir de esta agua no beberé.

–¿Se quedará en la villa todas las fiestas?
–Ojalá pudiera, pero los períodos de vacaciones son los que son y solo me puedo quedar unos días. A Ribadeo vengo, como mínimo, una vez al año. Pero casi seguro que todos los años son dos.