Vandalismo en Pesoz: la alcaldesa pide «responsabilidad a los turistas» y que se proteja el patrimonio histórico

Grafitis en A Paicega (Foto: A.P)
photo_camera Grafitis en A Paicega (Foto: A.P)
«Estos actos no son bienvenidos» critica la regidora, que recuerda que la limpieza «ocasiona gastos que todos asumimos»
 

La regidora de Pesoz, Lucía Villanueva, se pronuncia tajante tras descubrir los «actos vandálicos» en A Paicega. Este es uno de los rincones más icónicos y visitados no solo del concejo sino de la cuenca del Navia y el Noroccidente asturiano, una ventana única al cañón del río Navia, desde un antiguo poblado obrero que ocuparon los trabajadores del embalse de Grandas de Salime. El pasado fin de semana, unos “graffitis” aparecían, más molestando que adornando, el especial marco histórico. 

«Quiero expresar, en nombre del Ayuntamiento de Pesoz, mi más firme repulsa ante los actos de vandalismo ocurridos. Se han realizado grafitis no autorizados en uno de los puntos más icónicos del poblado. Actos que son un claro ejemplo de la falta de respeto hacia el patrimonio y la propiedad privada por parte del autor o autora», asevera la alcaldesa. 

En un concejo «que siempre ha sido hospitalario con sus visitantes, y un lugar de acogimiento a todo aquel que venga con ganas de disfrutar de su paisaje, su paisanaje y su patrimonio, estos actos no son bien recibidos», añade Villanueva, que pide también «responsabilidad a los turistas». 

«Creo en la importancia de promover formas de expresión que respeten a los demás y se realicen en los lugares adecuados. Insto a todo aquel que nos visite a canalizar su creatividad y talento artístico de manera positiva, buscando los espacios apropiados y respetando las normativas existentes. Porque estos actos afectan al patrimonio del municipio, y su consiguiente limpieza ocasiona una serie de gastos que, desgraciadamente, todos asumimos», 

El de A Paicega fue el poblado más importante de los creados para acoger a los más de 3.000 trabajadores, y sus familias, llegados de todo el país para trabajar en la que fuera la presa más importante de Europa (inaugurada en 1955). En A Paicega había viviendas, escuela, cantina y peluquería entre otros servicios, además de una iglesia, consagrada a la Virgen de la Luz en 1948, que el vecindario recuperó, recientemente, como centro social.

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