La unidad de neurorehabilitación del Hospital de Jarrio ha atendido en su primer año de funcionamiento a 66 pacientes
La unidad de neurorehabilitación del Hospital de Jarrio ha atendido en su primer año de funcionamiento a 66 pacientes que precisan tratamientos para mejorar su recuperación tras un ictus u otras enfermedades neurológicas. Este servicio presta asistencia a pacientes de los 17 concejos de la comarca noroccidental, que evitan así desplazarse hasta el Hospital Universitario Central (HUCA).
La unidad se puso en marcha en mayo de 2023 y cuenta con un grupo multidisciplinar formado por cuatro profesionales que tratan a sus pacientes de forma integral: un médico rehabilitador, un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional y un logopeda. Con el equipo colabora también personal celador, pues la mayor parte de los usuarios tienen un alto grado de dependencia y dificultad funcional.
El departamento se creó para ayudar a recuperar, con un tratamiento rehabilitador ambulatorio de dos o tres sesiones semanales, a personas del noroccidente que recibían asistencia en otros centros, fundamentalmente en el (HUCA), donde ingresan la mayoría de las personas que sufren un ictus en Asturias.
De los 66 pacientes atendidos en este primer año, 13 fueron derivados desde el HUCA —12 tras un ictus y uno por daño cerebral adquirido— otro desde el Hospital Universitario de Lugo, también por un ictus, y 32 fueron ingresos por ictus en el propio Hospital de Jarrio. También recibieron asistencia doce pacientes con patologías neurológicas o ictus crónico y ocho del Servicio de Otorrinolaringología del centro hospitalario.
En el caso de las personas con ictus u otras patologías neurológicas tratadas íntegramente en el área I, la neurorehabilitación se inicia ya durante su ingreso y continúa, si procede, tras el alta.
Además, como la unidad tiene capacidad y cuenta con un logopeda, se ha ampliado la asistencia a pacientes de otorrinolaringología que pueden beneficiarse de sus prestaciones, por ejemplo, las personas que se han sometido a una laringectomía.
El número de potenciales pacientes del noroccidente que pueden precisar tratamiento en la unidad de neurorehabilitación ronda los 80 al año.