El viaducto de Navia cumple 18 años

El viaducto de Navia
La variante de Navia de la Autovía del Cantábrico, con una longitud de 7 km, alberga un viaducto que llegó a ser reconocido como una de las mejores estructuras de hormigón de todo el mundo. Y se alzó con la mención especial de Construmat 2007, por su innovadora tecnología. Este mes cumple 18 años, ya que fue inaugurado el 2 en julio de 2006.

 La variante, que discurre por el sur de la población, salva la ría de Navia con un impresionante viaducto de 905 metros de longitud y dos enormes arcos atirantados de 37 metros de altura, construidos con forro de acero rellenos de hormigón armado autocompactante. Permite rodear la localidad de Navia, evitando el paso del tráfico de largo recorrido por la travesía y mejorando la conectividad, la fluidez del tráfico y la seguridad vial.

La colosal estructura, se alzó con la mención especial de «Construmat 2007» por la innovadora tecnología utilizada para salvar la difícil orografía de la zona y garantizar el máximo respeto medioambiental. Todo ello sin dejar de lado el diseño más moderno y elegante en este tipo de estructuras. 

En 2010, La Fedération Internationale du Beton, integrada por el Comité Euro-Internacional del Hormigón y la Federación Internacional de Pretensado, ha otorgado a este viaducto una mención especial en la que reconoce que es una de las mejores estructuras de hormigón del planeta. 

Viaducto de Navia

La estructura con arcos mixtos, inclinados cuatro grados hacia el interior de la curva y situados en la mediana, se construyeron para sustentar los dos vanos principales del viaducto, de 160 metros de luz cada uno. La sección de los arcos es triangular con bordes achaflanados, con un ancho de 3,5 m y 2,5 m de canto. La reacción horizontal de los arcos se equilibra mediante un tirante pretensado situado en el interior del tablero coincidiendo con su centro de gravedad. El tirante está constituido por 12 tendones.  

En total, el viaducto cuenta con 11 vanos de luces distintos tamaños (46,3 + 70,0 + 3 x 75,0 + 2 x 160,0 + 75,0 + 67,5 + 60,0 + 41,5 m), con un ancho de 23,1 m en los vanos de los viaductos de acceso y de 27 m en los vanos principales, en los que se separan las calzadas para albergar a los arcos, que están ubicados sobre la ría de Navia y sobre la zona de carrizales adyacente.  La planta es curva con un radio constante en toda la estructura de 1.540 m, estando el trazado en alzado formado por un amplio acuerdo cóncavo con el punto bajo en el centro del viaducto. 

Este diseño fue elegido ante la necesidad de reducir al mínimo el número de pilas para salvar el cauce de los ríos sin pilas y para no afectar a determinadas zonas sensibles debido al alto valor ambiental de las riberas. No en vano, en la margen derecha se encuentran las marismas del río Anleo,  pobladas de carrizales de gran valor ecológico, en las que se encuentra el Castro de Armental, por la margen izquierda existe otra franja de carrizales. 

Los vanos principales están formados por sendos arcos de tablero inferior, mientras que los de acceso están resueltos mediante dintel recto continuo de hormigón, con luces tipo de 75 m. 
El tablero se construyó mediante dovelas prefabricadas montadas por avance en voladizo. El dintel es continuo en la totalidad del viaducto, con 905 m de longitud y juntas en estribos. Cada tramo consiste en una “T” formada por dovelas de 2,15 metros con una dovela sobre pila y dos brazos de entre 16 y 20 dovelas cada uno. Entre cada dos tramos contiguos se ejecuta un cierre de clave in situ de unos 50 cm para dar continuidad al tablero. Las pilas, con altura máxima de 24 m, se han ejecutado con encofrados trepantes.  

Además de la ría de Navia, la variante de la Autovía del Cantábrico salva el río Meiro con un viaducto de 384 m y el monte Jarrio, que se resuelve mediante un túnel de 700 m.