La CHMS apuesta por el futuro del regadío del Val de Lemos
En un trabajo realizado durante dos años, la Confederación Hidrográfica Miño Sil ha llevado a cabo un diagnóstico de la zona de regadío Val de Lemos que incluye la situación actual de 215,2 kilómetros de infraestructuras de canales y acequias de regadío.
El futuro del regadío del Val de Lemos pasará, según explica el informe, por una apuesta decidida por la actividad agraria de los regantes de la zona. Disponer de agua en la época estival ha supuesto a lo largo de la historia un elemento diferencial para el desarrollo de la agricultura, el incremento de la productividad y el consecuente aumento de la rentabilidad de los agricultores.
La situación actual de la ganadería, especialmente la de leche, no se explicaría sin el regadío, así pues, la comunidad de regantes debe establecer su hoja de ruta para el futuro manteniendo los cultivos más rentables y aquellos otros que supongan un mayor valor y justifiquen la utilización de agua para su obtención. En el plan finalizado también se ha elaborado un protocolo específico para atraer inversores a la zona del regadío que pongan en marcha iniciativas agrarias generadoras de empleo y actividad.
José Antonio Quiroga, presidente de la CHMS, afirma que «los problemas detectados parten de la falta de actividad agraria actual y de la necesidad de una concentración parcelaria que sustente la rentabilidad del regadío, porque no olvidemos que, si hay agua, hay futuro. Estamos en una zona del noroeste de España donde hay clima, tierra y agua, que ofrecen posibilidades, así pues, la Xunta de Galicia y más concretamente la Consellería de Medio Rural, no puede seguir olvidando por más tiempo el regadío del Val de Lemos».