Personas con discapacidad intelectual, a través de Fraternidad, reclaman en La Caridad un mundo más accesible

En las III Jornadas de Arte y Cultura organizadas por la asociación Fraternidad en La Caridad, personas con discapacidad intelectual reivindicaron la necesidad de un entorno más comprensible para todos

"Cuando se nos apoya, las barreras desaparecen y nuestras capacidades brillan". Con estas palabras, Dani Fernández, usuario de la asociación Fraternidad, cerraba las III Jornadas de Arte y Cultura celebradas en La Caridad. El evento ha tenido como objetivo destacar el poder de la lectura y la escritura como herramientas que igualan a las personas y, al mismo tiempo, reivindicar la necesidad de que el mundo sea más accesible y fácil de comprender para todos.

Aida Álvarez, responsable de accesibilidad cognitiva en Plena Inclusión Asturias, explicó que "la realidad nos demuestra que la accesibilidad cognitiva beneficia a todas las personas, no sólo a quienes necesitan ayuda". En este contexto, Álvarez subrayó la importancia de la lectura fácil, una herramienta que facilita la comprensión sin simplificar el contenido. Puso como ejemplo sentencias judiciales, que en formato de lectura fácil se vuelven más accesibles y comprensibles para cualquier persona.

En la misma línea, Carmen Bermejo, una de las primeras mujeres con discapacidad intelectual en Asturias formadas en lectura fácil, expresó su satisfacción por "estar haciendo algo muy importante para toda la sociedad". Bermejo ha trabajado en la adaptación de temas tan relevantes como la violencia de género, el acoso sexual en redes sociales, documentos de la Guardia Civil y programas electorales.

Por su parte, Emma Nogueiro, bibliotecaria en Tapia de Casariego desde hace 24 años, destacó el club de lectura que lleva realizando en Fraternidad desde hace más de siete años. "Hemos conseguido adaptar el mundo de los libros a todas las personas con discapacidad intelectual, sepan o no leer, y todos han podido sentirse protagonistas". 

Finalmente, la escritora Belén Rico, de Vegadeo, recitó algunos de sus poemas en fala eonaviega y resaltó que "todas las personas, con o sin discapacidad, tenemos la capacidad de crear un mundo a partir de un folio en blanco y un lápiz".