Estas son las discotecas móviles de referencia en A Mariña y Occidente
Son los auténticos protagonistas de la noche y de las fechas especiales. Sus nombres dominan los carteles de las grandes fiestas de la comarca, y son ellos quienes atraen a multitudes que buscan "desconectar y disfrutar de buena música en un ambiente cercano y acogedor". Estos son solo algunos de los motivos que han llevado a estos disc jockeys a convertirse en referentes. Las consecuencias de la pandemia, que obligaron a las comisiones de fiestas a optar por opciones más económicas, también jugaron a su favor, consolidándolos como la opción preferida en las verbenas.
Detrás de los nombres de Conxuro, Tralla, Ovo, Tapioka y Sound Project, se encuentran personas que, desde su adolescencia, han luchado por sus sueños y por hacer que los visitantes disfruten de la música y los eventos en cada fiesta.
Conxuro
Pablo Paleo Ramos, originario de Celeiro y residente en Cervo, se ha ganado con los años el título de "deejay" favorito de la localidad. A sus 47 años, Paleo lleva desde los 15 inmerso en el mundo de la música. "Es increíble cuando los jóvenes se acercan a felicitarme o incluso traen banderitas hechas por ellos mismos para verme pinchar", comenta con entusiasmo.
Su trayectoria comenzó en la discoteca Zépelin de Burela, y a lo largo de más de 30 años, Paleo ha experimentado tanto los éxitos como los desafíos de esta profesión. "Hice un parón en mi carrera porque, aunque no lo parezca, este trabajo puede ser agotador, especialmente si lo combinas con otro empleo", señala. Para Paleo, lo mejor de ser DJ es "el cariño del público, hacer que la gente disfrute con tu música y que por un momento se olvide de sus problemas". Sin embargo, reconoce que lo más complicado es equilibrar su vida personal y encontrar tiempo para descansar. "Después de una sesión, hay que recoger todo, y si tienes una sesión nocturna seguida de un vermú por la mañana, apenas tienes tiempo para descansar. Muchas veces terminas enlazando una cosa con la otra".
Aunque su discoteca móvil le ha dado buenos resultados, Paleo nunca dejó su trabajo como contratista en Alcoa. "Empecé haciendo esto como un hobby, poniendo música para conocidos y amigos. Fue así como un representante de orquestas se fijó en mi trabajo durante una fiesta y me animó a dar el salto al mundo de la noche", relata. Tras ese encuentro, comenzó con un pequeño escenario hace dos años, y este año estrenó uno nuevo.
Paleo, define que el nombre de su proyecto tiene un origen especial: «Conxuro salió, ya que la discoteca que monté, quería que llevase un nombre gallego e hiciera referencia a donde vivo yo que es Cervo», explica. «Para mí, lo mejor que tiene esta localidad es la Queimada Popular, pero como no me sonaba bien, por eso le puse Conxuro», explica con cariño. Además indicó que este año pudo cumplir su sueño de pinchar su música en dicha fiesta por primera vez. «En la historia de la Queimada nunca tocó una disco móvil y, de hecho, para el 2025 volveré a tocar de nuevo». Precisamente, la agenda de este pinchadiscos ya está ocupada para el próximo año debido a su éxito. «Al final vas a pinchar a los sitios y no eres Pablo. Eres Dj Conxuro». Este deejay indica que le quedan unos años antes de dejarlo definitivamente, pero uno de sus grandes deseos es encontrar a una mujer que pinchase por la zona. «No entiendo el motivo de que no haya aquí mujeres deejays. Es una gran lástima, pero si la hay me encantaría conocerla».
Dj Ovo
Jacobo Teixeira es quien da vida a esta discoteca móvil, conocido en el mundo de la música como DJ Ovo. Curiosamente, su nombre artístico comenzó como "obo", una abreviatura de su nombre original. Residente en San Cibrao, DJ Ovo es una presencia habitual en las fiestas más emblemáticas de la comarca, además de animar cumpleaños y bodas para quienes solicitan sus servicios. "Hago esto por pasión desde los 15 años", comenta al relatar su trayectoria de casi tres décadas. "Mientras mis amigos salían de fiesta, yo me quedaba en la cabina del DJ toda la noche. Nunca me atrajo la bebida ni la vida nocturna, pero pinchar música, sí". A lo largo de su carrera, Teixeira ha acumulado alrededor de 3.000 discos originales. "Los tiempos han cambiado mucho. Antes, pinchar con discos era algo muy especial", añade con nostalgia.
Para Teixeira, dedicarse a lo que ama es un verdadero regalo: "Lo más bonito de esta profesión es hacer que la gente se olvide de sus problemas con mi música, y que luego quieran conocerte y felicitarte". Atribuye el éxito de las discotecas móviles a la "proximidad y cercanía" con el público. "No tengo una lista fija de canciones como puede tener una orquesta. La gente te pide temas, y cuando encajan con el ambiente o las canciones que ya están sonando, los pongo, y ese feedback hace que todos se sientan satisfechos". Aunque reconoce que "no se puede contentar a todo el mundo", cree firmemente que "el verdadero éxito de un DJ se mide cuando logra hacer bailar a la gente".
Teixeira no se considera un referente, y atribuye su éxito a su amigo Pablo Paleo: "Aquí, el dios de la noche es DJ Conxuro. Muchas veces hablamos sobre cómo modernizarnos en esta profesión, y yo realmente he cumplido un sueño al dedicarme a esto. Para mí, esto no es un trabajo". Sin embargo, reconoce que dedicarse a tiempo completo a ser DJ durante todo el año es "complicado", ya que para hacerlo es necesario "cubrir cuatro o cinco fiestas durante los meses de invierno". Además de las fiestas, también cubre otros eventos y durante el año pincha en el local Aquelarre de San Cibrao.
Dj Tralla
El ovetense Javier Suárez explica que su nombre surgió en sus primeras experiencias como pinchadiscos: "Cuando ponía la música algo baja, la gente me decía: 'dale tralla' y de allí me quedó el mote desde hace más de 20 años y tengo 54". Suárez, como muchos otros, comenzó a trabajar profesionalmente como DJ a los 20 años, aunque su pasión por la música surgió en su infancia. "Nací en Bélgica, aunque soy de Oviedo, y en casa siempre íbamos a un mercadillo donde comprábamos vinilos. Esa afición me la transmitió mi padre. Con los años, empecé a comprar discos junto con tebeos en el quiosco. Pero fue a los 16 años, en las fiestas de mi pueblo, cuando empecé a pinchar, y desde entonces comenzó mi historia", recuerda.
Actualmente, Suárez se dedica exclusivamente a la música, aunque tiene un máster en gráfica publicitaria y es un experto en diseño gráfico. "Dejé un poco de lado el diseño para enfocarme en la música, aunque quiero retomarlo durante el invierno, cuando la actividad nocturna disminuye", explica.
Su trayectoria como DJ es extensa y ha trabajado en numerosos lugares de España, pero ahora se siente en "su zona de confort", trabajando en Ribadeo y el occidente de Asturias. "He tocado en eventos como el Vendaval Fest y la Festa da Ría, pero ahora tengo un nuevo proyecto y quiero dar paso a las nuevas generaciones en las verbenas", comenta. Suárez se define como una persona ecléctica y en constante evolución. Su parte favorita de este trabajo es "hacer disfrutar a la gente" con sus mezclas. "Me adapto al público, y es muy gratificante que te contraten para las fiestas del próximo año. La nueva generación viene pisando fuerte, y cualquier descuido puede pasar factura".
Suárez también atribuye el éxito reciente de las discotecas móviles a las consecuencias de la pandemia de COVID-19. "Las comisiones de fiestas no pudieron reunir fondos durante los años de confinamiento, por lo que nos empezaron a contratar. Al no haber dinero, se fijaron más en nosotros", señala. A pesar de todo, Suárez cree que "hay mucho futuro en las verbenas" y anima a los jóvenes a involucrarse más en las fiestas. "Al final, son ellos quienes más las disfrutan".
Sound Project
Marcos Rey es el artífice de esta discoteca móvil que tiene mayor incidencia en la zona de Barreiros, Ribadeo y occidente de Asturias. Comenzó con el proyecto hace 8 años, por pasión por la música. "Comencé por cachondeo y se ha convertido en un trabajo que me encanta", afirma. Para él, lo mejor de la profesión es el disfrute de los usuarios y, lo peor el poco descanso entre sesiones. "Evito hacer sesiones vermú para poder descansar algo". Además, la temporada alta de verano (de junio a octubre) complica la conciliación con su vida personal: "Mi familia acaba por entender que es mi pasión y que, aprovechar estos meses grandes, es una oportunidad. Tengo suerte". A pesar de que su música favorita para pinchar es la de los años '90, reconoce que lo que más piden los jóvenes es reggaeton. "Tenemos que adaptarnos, al final a las edades de todo el mundo y no se puede poner un solo estilo. También el mood es muy importante", reconoce.
TapiÖka
Tapi García y su esposa Carmen forman el dúo que recorre A Mariña, Asturias, y otras zonas de Galicia y España, llevando su música a vermús y verbenas. "Tenemos la discoteca móvil, pero viajamos más con nuestro dúo", confiesa García. La música ha sido una constante en su vida, y pinchar ha sido una parte fundamental de su carrera profesional. "Pinchar con discos era una experiencia fabulosa, pero hoy en día, las tecnologías hacen todo mucho más fácil", explica. García y su pareja se dedican todo el año a viajar, animando eventos especiales para quienes solicitan sus servicios. "Si trabajas bien, puedes vivir durante el invierno", asegura, aunque recomienda tener algún respaldo para imprevistos. "Tenemos la suerte de poder equilibrar nuestra vida personal y laboral, pero siempre se echa de menos el descanso o estar con la familia", comenta. Aun así, todo se compensa con "la satisfacción de terminar una fiesta y recibir las felicitaciones de los asistentes", concluye.