Sargadelos ha comunicado varios despidos en su fábrica de Cervo, según ha informado Europa Press, en un contexto marcado por un expediente abierto por la Inspección de Trabajo por deficiencias en materia de seguridad.
De acuerdo con la información de Europa Press, el expediente provocó una reacción del propietario de la firma, Segismundo García, quien manifestó sentirse «incapaz» de cumplir «con toda la normativa» para garantizar la salud laboral de sus empleados, hasta el punto de instar a la autoridad a «clausurar» la planta.
El conflicto surge tras detectarse 36 deficiencias en materia de seguridad y después de que dos trabajadoras desarrollaran silicosis. A partir de la notificación, García dispone de seis meses para acometer las mejoras exigidas, un plazo que se empezará a contar una vez obtenga la autorización del departamento de Patrimonio de la Xunta, dado que el edificio está protegido como Bien de Interés Cultural (BIC).
Tal como recoge Europa Press, las cartas de despido entregadas este viernes a varios trabajadores alegan que la fábrica no puede garantizar condiciones de seguridad, lo que lleva a la empresa a reducir su actividad y su plantilla.
A comienzos de este mes, García cerró las instalaciones de producción durante cuatro días para «preservar la salud» de los empleados, lo que llevó a los trabajadores a concentrarse a las puertas de la factoría. Posteriormente, se alcanzó un acuerdo con la Xunta para realizar un estudio de mejoras, aunque sin concretar plazos ni acciones.
Durante el cierre, el empresario propuso a la plantilla firmar un documento de acceso bajo su responsabilidad o adelantar vacaciones, opciones que solo aceptó una minoría. Tras la reapertura, se notificaron tres despidos. Según fuentes sindicales consultadas por Europa Press, estos afectan a trabajadores que habían sido incorporados recientemente tras el cierre temporal.
Actualmente, la fábrica carece de representación sindical, aunque miembros de CC.OO., UGT y CIG asesoran a los trabajadores tras el estallido del conflicto.