Vestigios de la actividad minera como las bocaminas, las torretas del teleférico, las baterías de hornos de calcinación y la antigua línea de ferrocarril hasta la costa se han adaptado al turismo con propuestas como la visita a la Mina Consuelo, y experiencias de espeleología.
A Pontenova también cuenta con varias rutas de senderismo que permiten explorar su historia y riqueza natural. La Ruta dos Fornos conecta los hornos de calcinación y otros vestigios de la actividad minera. La Ruta do Ferrocarril, también conocida como Vía Verde del Eo, permite recorrer el trazado del antiguo tren minero a pie, en bicicleta o en cuadriciclo, atravesando túneles y disfrutando de un recorrido llano ideal para familias. La Ruta de As Reigadas recorre un bosque atlántico bien conservado y finaliza en la Ferrería de Bogo, un conjunto etnográfico del siglo XVI.
Otras opciones incluyen la Ruta das Minas, que visita varias antiguas galerías y elementos religiosos como la Iglesia de Conforto, y la Ruta do Muiñeiro Namorado, inspirada en una leyenda local y que atraviesa antiguos molinos. La Ruta da Férrea conduce a una cascada en la fraga de Muradal. Por último, la Ruta da Seimeira atraviesa aldeas llenas de encanto y termina en la aldea etnográfica de Vilarxubín.
El río Eo, además de su relevancia como uno de los principales ríos salmoneros de España, ofrece espacios de ocio como las playas fluviales de Salmeán y O Fondón, ideales para familias. La pesca, con cotos para salmón y reo, sigue siendo una gran atracción en el municipio, complementada con un aula de interpretación donde los visitantes pueden conocer esta tradición y admirar piezas históricas relacionadas con la pesca.
A Pontenova ofrece actividades para todos los gustos y edades. Desde rutas en bicicleta y circuitos de tirolinas hasta el alquiler de cuadriciclos para recorrer la antigua vía del tren, la oferta de turismo activo garantiza una experiencia completa.
