¿Qué hacen los padres de A Mariña cuando se suspenden las clases?

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Abuelos, amigos y soluciones improvisadas, las alternativas de las familias para afrontar los días sin colegio

 

La Comisión Escolar de Alertas ha decretado la suspensión de las clases y del transporte escolar en 15 municipios de A Mariña lucense para este miércoles debido a una alerta naranja por viento en tierra. Aunque la medida busca garantizar la seguridad de los niños, supone un auténtico desafío para muchas familias, que deben reorganizarse de forma urgente para cuidar de los pequeños.

Para las familias de A Mariña, la suspensión de las clases implica buscar soluciones rápidas. Una madre explica que esta vez tuvo suerte porque «mañá o meu marido está de día libre, pero de non ser así, que íamos facer? Pois tirar da familia».

Lorena Pardo, de Cervo, comparte una experiencia similar: «Mañá o neno vai ir co seu pai, porque él non traballa mañá pola mañá. Do contrario, tería que ir cos avós».

En muchos casos, los abuelos son el principal apoyo para los padres trabajadores. Mery Expósito, de Mondoñedo, reconoce que «hai xente que non ten a ninguén, e a situación complícase». Ella, sin embargo, suele recurrir a su madre y a su suegra, aunque admite que coordinarse no siempre es fácil.

Alberto, de Foz, también confía en su red familiar. «Mi primera opción es pedirle a mis padres, que ya están jubilados, que se queden con los niños. Ellos viven cerca, así que no me supone mucho problema. Si no están disponibles, trato de coordinarme con mi pareja, que también trabaja a tiempo completo, y ver quién puede cambiar su horario o pedir un día libre para quedarse con ellos».

Jesús Arranz, profesor, y Andrea Varela, que mañana no tiene turno en el hospital, viven en Burela y aseguran que podrán organizarse sin problemas con su hija. «Podemos arreglarnos bien. Invertiremos la mañana en estar con ella, jugar; tenemos juegos de mesa, de memoria y muñecos. Leeremos, tenemos instrumentos y así pasaremos la mañana. Lo más importante es dedicarle tiempo y disfrutar juntos», asegura el padre.

Algunas familias sin red de apoyo buscan soluciones más inusuales. Una madre ha optado por instalar una cámara en el salón para supervisar a sus hijos de 8, 9 y 11 años mientras trabaja.

Sandra González, autónoma y propietaria de Viva la Pepa Creaciones en Ribadeo, valora su flexibilidad laboral como una ventaja. «Ser autónoma es una suerte en estos casos». Para cuidar de sus dos hijos, reorganiza su horario y extiende su jornada laboral en otros momentos del día.

Ante las dificultades, muchas familias recurren también a la creatividad y a la solidaridad entre vecinos y amigos o, cuando es posible, a aprovechar el teletrabajo. Estas estrategias reflejan el esfuerzo de las familias de A Mariña para afrontar las consecuencias de situaciones excepcionales como una alerta por temporal.